Quizás puedas pensar que lo que te está sucediendo es demasiado grande para ti y que no podrás salir de esta relación tan dañina en la que estás. Pero no te rindas, sigue luchando y, lo más importante, infórmate acerca de cómo es la psicología de las relaciones tóxicas.
Esto te ayudará a actuar de la manera más adecuada y te permitirá tener una visión clara de cuál es tu situación, recuerda que el abuso a la que las personas están sometidas en una relación tóxica puede llegar a ser tan dominante que, incluso, les impide actuar.
Qué son las relaciones tóxicas según la psicología
Las relaciones tóxicas son definidas como conductas abusivas y perjudiciales en las que la persona (o personas) dominantes manipulan mental física y emocionalmente a la persona sometida.
Bajo estas relaciones, quien sufre la manipulación, es víctima constante de agresiones verbales en las que se utilizan los sentimientos de culpa, de miedo, de dependencia, de tristeza y chantajes para, así poder ejercer un control constante sobre ella.
Por ejemplo, si una persona escucha continuamente que es la culpable de algo y que para remediar eso tiene que actuar de una manera específica, lo más probable es que haga lo necesario para complacer a quien hace estos comentarios.
Lo mismo ocurre si la persona dominante utiliza violencia física para generar miedo, o si usa chantajes como “Si haces aquello me vas a matar”, “Si te vas, no me vuelves a ver”, “Si no haces lo que te pido lo vas a lamentar”.
El lado emocional de las relaciones tóxicas
Algo que no debes olvidar es que no siempre las relaciones tóxicas son tan evidentes, a veces están “disfrazadas” por lazos muy fuertes o por momentos de “felicidad” que impiden identificarlas.
En estos casos hay una dependencia emocional o económica muy fuerte, por ejemplo, padres que dicen “Si haces aquello te mueres para mí” o “Si estás con esa persona te vas de la casa”.
Con este tipo de comentarios logran que tu desistas de hacer lo que deseas para que únicamente actúes como ellos quieren, de lo contrario, tendrás que afrontar consecuencias para las cuáles no estás preparado.
Como te puedes dar cuenta, a simple vista no existe algo por lo cual preocuparse, pero definitivamente, estás siendo manipulado, casi sin darte cuenta.
Además, los sentimientos también pueden hacer que, aunque te des cuenta que algo anda mal, minimices las acciones tóxicas de alguien a quien le tienes mucho cariño.
Personas que se mantienen dentro de una relación tóxica
Cuando tu cerebro detecta que algo te está causando daño, generalmente, reacciona para evitar o eliminar ese peligro.
Pero ocurre algo muy interesante en los casos en los que una persona decide quedarse dentro de una relación tóxica, aparentemente, por voluntad propia.
Y es que, así como existen personas tóxicas, también existen personas con perfiles susceptibles que se sienten en la necesidad de tener a alguien, que les diga qué hacer y cómo vivir, aun cuando esta “guía” venga acompañada de maltratos.
En sí, no es que sean personas masoquistas, más bien, son personas que, generalmente, tienen baja autoestima.
En estos casos, la única forma de salir de estás relaciones opresivas es con ayuda externa, que te recuerde lo valioso que eres, que mereces sentirte libre, que necesitas ser feliz.
Qué pasa luego de salir de estas relaciones
Decir que todo será maravilloso después de liberarte de esta relación es algo deshonesto.
Aunque es cierto que ahora te encuentras en un ambiente seguro, luego de terminar una relación tóxica quedas muy desgastado y desequilibrado emocional y mentalmente.
Es lo mismo que sucede con alguien que ha estado consumiendo drogas y ahora se encuentra en proceso de rehabilitación.
Probablemente, sientas mucha confusión, incluso, ganas de regresar. A veces sentirás tristeza y, a veces, rabia contigo mismo de haber “permitido” ese abuso.
Así que, tómate tu tiempo para sanar estas cicatrices que han quedado, para fortalecerte, para amarte y para respetarte.
Busca actividades de las que puedas hacer un refugio para ti, a las que puedas acudir siempre que necesites liberarte de pensamientos negativos y, lo más importante, no te juzgues implacablemente.
Lo que aprendes de las relaciones tóxicas
Las experiencias buenas y malas siempre dejan grandes aprendizajes, en el caso de las relaciones tóxicas, aprendes a identificar conductas y personas dañinas de las que debes de alejarte.
Aprendes que nada ni nadie debe de ser tan importante en tu vida como para aguantar maltratos y violencia.
Y también, adquieres la empatía necesaria para ayudar a quien está sufriendo algo parecido.